viernes, 6 de noviembre de 2009

Ya son 3 meses.

Hace 4 meses, como algunos saben, tomé rumbos desconocidos, los más desconocidos hasta ahora por mi. Y ya que me siento The Luckiest Son Of A Bitch con solo poder ver mis fotos, he decidido compartir un poco de mi experiencia con el resto de mortales.

Creo que todo partió por un e- mail que alguien me envió de Giza y las pirámides, mientras yo estaba sumergida en mi estudio universitario en la sala de estudio de mi casa, ni recuerdo que estaba estudiando, ni recuerdo quien me envió el mail. Y como siempre a esa altura del primer semestre comenzaba a pensar a donde quería convencer a mi mamá que fuéramos este invierno, hasta que lo recibí, recuerdo que decia algo como:

"El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides"



Frase seguida por las monumentales fotos de 3 pirámides, que han estado mirando como pasa el tiempo por 5000 años sin inmutarse.

En las siguientes semanas, largos mails, harto Internet, casi no vamos, casi si vamos, hasta que una tarde el 2/7 segundos antes de mi examen de contabilidad, llega un mensaje de mi mamá al celular preguntándome si es que podía volver el 5 de agosto a clases. Que levante la mano quien diría no, vacío, obvio...

Hasta que me encontré la noche del sábado-domingo desvelada pensando en el día que tenía por delante. Domingo 12 de julio, es el día en que se te abren los ojos segundos antes de que suene el reloj y saltas como trampolín de la cama, con el secreto nerviosismo de que se te caerá el avión y con el publico nerviosismo que mañana, en un cambio de horario incomprensible, estaras en El Cairo. Después de una ducha, bajar el bolso de mano, subir las maletas al auto, partimos al aeropuerto y dejando tristemente a parte de la familia en santiago, nos subimos al avión con primer destino, de muchos, Madrid.


Nubes!


Cruzas el Atlántico, las horas avanzan más rápido de lo que son y sin darte cuenta te saltaste el almuerzo y ya el simpático azafato de Iberia te está tirando dos cervezas y un plato de pastas por la cabeza, comes confundida de la hora, porque en un rato más estarás tomando leche a la hora de la cena.

Arriba de un avión, la vida es confusa, las horas pasan más lento, las películas se hacen más fomes y los libros más cortos. ¿Será porque tengo mis pies colgando a 10.000 metros de la linda tierra?. En fin tengo que esforzarme para dormir, porque ya llega el mañana.

Matias Y Fer. Después de 13 horas de avión.


Bienvenida al viejo continente.

En Madrid, el trato de siempre: un par de gritos, te timbran el pasaporte con un golpe y "¡Siguiente!", A nadie le importó que teníamos que estar en 10 minutos más subiéndonos al avión que nos dejaría en París. Acto siguiente, todos corriendo con los bolsos de mano por el aeropuerto, en realidad yo y el Matias con los bolsos, cuando no se porque me tocó llevar el más pesado y a mitad de camino ya estoy viendo estrellitas, no importa hacemos un cambio y seguimos corriendo, llegamos como 3 minutos antes de que cierren las puertas. ¡Bingo!

Me subo a un avión que dios sabe porque tiene asientos de cuero y espero a que pase el carrito para pedir un agua mineral, después de un rato llega el susodicho, y cuando me dispongo a pedir mi preciado vaso de agua, con el que había estado soñando un buen rato, me doy cuenta que la tontera cuesta 5,50 euros ¡Maldito Lan que nos tiene acostumbrados a que las cosas sean gratis! Miro a mi mamá con cara de necesito un vaso de agua y acepta comprarme una Perrier por $4120, al final todos tomamos felices el agua mineral de 3 lucas.

Cuando llegamos a la cuidad más romántica del mundo, eran las 10 de la mañana o algo por el estilo, tuvimos que viajar un rato por ella para llegar al aeropuerto Charles de Gaulle, que no tiene nada que ver con la cuidad porque de fuera parece como un estadio de futbol, pero de segunda division, sin pintar y un tanto oxidado, pero el otro aeropuerto y dos más (creo) se les quedaron chicos para la cantidad de gente que va y viene.

Ahi planeando que hacer en el pais de los Arabes


Lo malo que como teníamos que esperar hasta las 4 de la tarde para embarcarnos en la mítica linea aérea Egypt-Air, tuvimos un par de horas que matar en el aeropuerto. Después de leer como por dos horas y timbrar de nuevo el pasaporte, esta vez con un par de piropos típicos de los franceses, como el "¿Chile? ¡Ohhh, Chile!" con tono de los estábamos esperando, sucumbí al sueño que venia evitando desde Santiago de la forma menos decente posible, boquiabierta en medio de los sillones de la sala de espera, donde creo dormí una hora, sumada a la hora del avión, ya van dos.

Cuando ya voy por el tercer avión en menos de un día, honestamente, los pies me matan, mi guata no puede más comida sintética y quiero estirarme horizontalmente, pero no importa al final de este avión llega, ¿Que llega? esa emoción, ese dolor de guata de lo absolutamente desconocido, del idioma que se lee de derecha a izquierda, de la gente que no bebe alcohol, de las mujeres que se tapan enteras, de la religión que no entiendes mucho, de donde el calor llega al tal que te preguntas si de verdad se estarán derritiendo tus pies o son los 55° que te hacen pensar locuras.

6 Horas de vuelo y aterrizamos, ¿Gracias a Dios o a Alá? Démosle un poco de crédito al piloto Mohamed Alza-la-pahala, el vuelo fue bastante bueno, nunca tanto como en el que llegamos a Madrid donde el piloto prendió la cámara del ala que está parada (que se yo como se llama), para que todos viéramos (y lo aplaudiéramos) que estábamos aterrizando como una pluma, Seco. Una anécdota, en el avión nos dieron chocolates con forma de pirámides, esfinges y cosas así.

Dando la primera probada a la comida que terminariamos odiando


¿Cómo describir a Egipto?

Calor, Olores, Luces, Sonidos.

Todo es distinto, es maravillosamente extraño. Aunque como en todo sitio turístico, la gente es guena pá la plata.

Me bajo del avión y camino por el aeropuerto, sinceramente, no teniendo idea para donde voy, solo sigo a la muchedumbre. Me topo con el primer control de AH1N1, ¿Que me voy a preocupar yo? si un poco antes había estado una semana encerrada en mi pieza por culpa de la porcina, bueno, al menos me dio tiempo para leer de Egipto, La señora que está adelante mio en la fila, la paran, está con fiebre, se la llevan a una pieza donde por ningún motivo me gustaria entrar.

Pasamos todos, obvio, si ya los 4 viajeros la habíamos sufrido, de echo estoy bastante segura que fue mi mamá la que llevó la Influenza a Argentina para el 21 de mayo. Nos recibió un tipo, que Alá sabe porque decidió estudiar español, que sería nuestro transporte durante nuestra estadía en El Cairo.

Llegamos al hotel, donde equivocadamente nos dieron una habitación que estaba ocupada, y después de que Mohamed Alza-la-pahalados, nuestro guia, le gritara al recepcionista Mohamed Alza-la-pahalatres unas cosas que Alá sabe que eran, nos dieron una pieza en el 7mo piso, cuando se fue nuestro guía después de mostrarnos unas fotos de su hija para que le dejáramos propina, abrimos una Heineken y la ventan hacia el balcon.



Vista al gran Nilo, con la consecuente bocanada de calor de abrir la ventana, mezclada con ese sonido tan característico de su música, que cualquier idiota describiría como una gaita mal tocada y la Tigresa del Oriente de vocalista. Decidimos bajar a "weiar Rosy" al lobby del hotel, donde creo que por primera vez he tenido que preguntar:¿tengo algo en la cara o en las pechugas? a ya que sin hacer alusión a mi ego, todos me miraban, aunque después me di cuenta que las miradas eran para los 4 y después me dí cuenta que eran para todas las turistas mujeres.

La vista desde mi pieza al Nilo


Pedimos 3 cervezas Sakkara, una cocacola, y dos platos, que como nadie conocía los nombres y extrañamente los meseros pescaban solo a mi hermano, con un ingles que mejoró de 0% a 100% en un santiamén, terminamos comiendo algo que tenia bastante fritura y mucho sabor extraño, cuanto corto, mi mamá y la Fer comieron papas fritas y un pan a lo pan-pita. Y yo y el Matias comimos unas cosas exóticas.

Fin Capitulo 1.






Nota al margen: Ningún comentario es con afán racista o excluyente.

el Nombre:Mohamed Alza-la-Pahala(número) en este caso utilizo estos nombre, porque el nombre Mohamed es como Juan o Pedro en estos lados del mundo, y Alza-la-Pahala es una talla interna.

El Termino "weiar Rosy": es salir a sandunguiar

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